Valle-Inclán, «este gran don Ramón…» (El Mundo) 27 de diciembre de 2016 – Publicado en: Autores Clásicos, Libros, Reseñas destacadas – Etiquetas: ,

El año que se acaba ha sido un doble aniversario redondo de Valle-Inclán: el 150º del nacimiento y el 80º de la muerte. Excelente ocasión para volver a él, sobre todo si a las efemérides se añade -precisamente por los 80 años transcurridos- la liberación de los derechos de autor. Todo sumado, y para que las ganas de volver al gran don Ramón acaben de ser irresistibles, la muy plausible Biblioteca Castro de clásicos españoles ha decidido publicar su obra completa en cinco tomos. Los tres primeros, dedicados a su narrativa y ensayo y tan cuidados como es costumbre de la casa, están ya en la calle. A finales del año que va a empezar esperan tener listos los otros dos, dedicados a su magnífico teatro (¡Luces de bohemia!) y su poesía.

¿Qué obras completas son éstas? Todas las que Valle publicó en forma de libro, aunque hubieran tenido una versión previa en prensa, pero quedando excluidas las que sólo conocieron esa versión. Cuestión más importante aún, tratándose de él: ¿cuál es el texto base elegido para esta edición, teniendo en cuenta el complejo sistema de escritura y publicación de don Ramón, las numerosas variaciones (correcciones, supresiones, añadidos) que realizaba de una edición a otra de sus obras, dado su obsesivo afán de perfección literaria, la fiebre del estilo que le poseía? La Biblioteca Castro y la Cátedra Valle-Inclán de la Universidad de Santiago, responsables de esta edición, han optado por la decisión sin precedentes de escoger la editio princeps, con la excepción de Jardín Umbrío y El Ruedo Ibérico.

El motivo es mostrar los textos de Valle en el contexto estético-estilístico en que nacieron. Un ejemplo especialmente claro a este respecto es Sonata de Otoño, cuya primera edición responde a los postulados del Modernismo, del que Valle es el principal representante en España, mientras que la última y muy tardía (1933) tiene rasgos esperpénticos que algunos distraídos califican de pre-esperpénticos, obviando que es posterior a Luces de bohemia.

Otra novedad de estas Obras Completas es incluir su primera novela extensa, La Cara de Dios, aparecida póstuma y tardíamente, y acerca de la cual se ha hablado de autoría compartida. Lo cierto es que La Cara de Dios es una buena muestra del «reciclaje de materiales propios y ajenos» realizados por el escritor más de una vez en su carrera.

 

Aquí os dejamos el enlace ala reseña completa de M. Llorente en El Mundo.