Poesía Completa. Tomo II

Autor: Francisco de Quevedo

Obras incluidas

Poesía:
Poemas satíricos
Sátiras personales
Jácaras
Bailes
Poema heroico de las necedades y locuras de Orlando el enamorado
La toma de Valles Ronces

42,00

Obras incluidas

Poesía:
Poemas satíricos
Sátiras personales
Jácaras
Bailes
Poema heroico de las necedades y locuras de Orlando el enamorado
La toma de Valles Ronces

Sinopsis
La poesía burlesca y satírica que editamos en este volumen contrasta con la más culta y bella que incluíamos en el primero. Quevedo se burla de todo y de todos: seres mitológicos, personajes de la historia o de su tiempo, como su famosa enemistad con Góngora, cuyo culteranismo rechaza en sonetos, letrillas y romances mediante las metáforas más exageradas. Desde su profundo conocimiento y amor por el idioma dio las mejores lecciones de conceptismo, removiendo los sentidos de las palabras de manera sorprendente gracias a su habilidad como creador de voces nuevas. Supera a todos en la hipérbole y la desmesura: construye sonetos enteros a base de metáforas hiperbólicas, como el famoso dedicado a un hombre de nariz grande, además de parodiar las composiciones tradicionales del romancero, que conoce a la perfección.
Sobre el autor
De Don Francisco de Quevedo y Villegas sabemos que nació en Madrid, en el seno de una familia aristócrata de la Corte, que estudió en Alcalá en 1596, pero se graduó en Valladolid, donde ya se le reconocía el talento, pues Pedro Espinosa publicas algunos poemas suyos en Flores de poetas ilustres (1605). Pero poco más se sabe de su infancia y mocedad, salvo que regresó a su ciudad natal, donde participó en las Academias literarias y empezó a escribir poemas metafísicos y burlescos, mientras se ganaba la amistad de los nobles, como la que mantuvo con el duque de Osuna, al que acompaña como secretario a Italia en 1613, y de quien obtendrá el hábito de Santiago por su fidelidad. Pero Quevedo también fue un hombre de acción envuelto en las intrigas más importantes de su tiempo. La caída de Osuna, por asuntos de espionaje político, le costó el destierro, en 1620, a la torre de Juan Abad, pero esta no sería la última ocasión en que sufrió encierro. De los poetas del Siglo de Oro Quevedo es el más imaginativo y el que domina con más ingenio el idioma. Era docto en teología y conocedor de lenguas clásicas y modernas. Destacaba por su gran cultura y por la acidez de sus críticas. Entabló buenas relaciones con Lope y con Cervantes, pero su enemistad con Góngora, el otro gran poeta barroco español, durará toda su vida y producirá poemas cruzados en los que se atacan mutuamente.
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